¿Sientes que mi corazón late más rápido?
¿Puedes ver cómo mi sonrisa hoy es de las mejores que verás jamás?
Gracias a tí, gracias a que me querías, gracias a que me hacías feliz.
Pero, como cualquier cuento de hadas, este se acabó una vez más. Después de una primera parte con el mismo final, quise continuarlo, pasó a ser una segunda parte. ¿Fue bonita verdad? De las mejores, puedes sentir como empiezas a volar sobre una nube de algodón. Al principio vuelas, vuelas a ras del suelo, pero luego, sin querer, confías en que todo salga bien esta vez, y subes, sientes como puedes volar, cómo se te corta la respiración con solo pensarle, la manera en la que le quieres, la manera en la que recuerdas todo eso.
Pero llega un momento, ese dichoso momento. Ese momento en el que sin querer, sientes como esa nube en la que te subiste va desapareciendo poco a poco, y de un momento a otro, desaparece.
Veías venir lo que te pasaría, pero no importa, arriesgas una vez más para cometer otra vez el mismo error, y lo mejor es que aseguras que volverías a pasar por ese momento, una y otra vez.
Pobre ilusa.